martes, 6 de noviembre de 2012

Musualidades

Quien conocer la historia quiera,
que comience a respirar.

La mixtura de la vida,
el elixir de las nubes,
y la tonalidad del sueño
pasajero de la noche.

La mañana es viva lectora
de todo cuanto alberga la esperanza.


Aferrada a la crónica
de tu sonrisa anunciada.

Es la luna quien describe
con su halo plateado,
los romances de un secreto
que calla a voces.

El sol,es ese niño pequeño
que no se atreve a salir
por miedo a la oscuridad.

Por eso existe la noche,
la madre de un nuevo día.

Mientras la inspiración duerme
después de la agitada jornada,
por ella vela un poeta,
sin prisa porque despierte.

Tan bella te ves durmiente,
que la alborada que espera,
llegaría con retraso,
si se parara a mirarte.

Maravilloso es el ensueño,
de quien custodia tus versos.

Esos que dictas mientras yaces,
y cuando despiertes,
leerás
arropando a quien te escribe.

Será él,en ese momento,
tinta dormida,
soñando con soñar

que provoca esa sonrisa anunciada
en el amanecer de una musa.

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